viernes, 4 de septiembre de 2015

¿Por qué?

¿Por qué cada parte de tu cuerpo me desgarra el alma?
¿Por qué nuestros más preciados sueños se han convertido en pesadillas?
¿Por qué la pasividad de mis pensamientos si no me miras?
¿Por qué el suelo quema en esta noche tan fría?

martes, 1 de septiembre de 2015

Madre y Padre



Desde los confines de mis entrañas,
el invierno crudo forja grandes nubarrones,
no sé, ¿por qué te engañas niña?
como si yo fuese la culpable de tus viles razones.

Perdí la brújula de mis viejos, en el erial azul,
no vuelvas nunca más, ya todo esbozo está perdido,
¡Sanaré tus heridas!, me dijo Jesús,
ahora, está caminando colosal, sobre las aguas en el desierto.

Madre, yo nací frágil y grácil un día, sin parecer sentir,
me aferré afable a la vida mundana, y fuí muy feliz,
dentro de mí complacencia, nace el fuego,
ahora me anclo agorera, en tus anhelos.

Padre, no pude vivir agraciada en tu regazo,
ni escuchar en la aurora tus cantos de enero,
tengo fe y he sido fuerte,
para encontrarte y canturrear nuestras ilusiones apolíneas,
como caballos danzantes que coexisten para decirnos,
"no hay tiempo perdido" ¡Eso no existe!,
somos benevolentes eternos,
hasta el despertar de un Dios,
condescendiente y piadoso que nos ama,
y nos hace cada vez más fornidos.

Tu mirada y la mía



Grabado en tu piel pálida de bronce,
la lluvia hostil se ha ido mutilando,
mi memoria dócil toca nuestra canción ausente,
pero tú no estás conmigo, ni aullando.

La magia absurda está en cada rincón sangriento,
de mi alma, tu alma, nuestra alma ya muda,
es difícil descifrar esa conexión atenta,
porque la oscura tiranía acecha y deslumbra.

Todo está conectado por la luz de mis estrofas,
somos navegantes como una rosa voraz,
siempre he tenido y deseado tus alas,
porque tentativas y silenciosas son tus miradas

Son como luceros ardientes,
que nadan y me arrastran al mar,
el tiempo me va envolviendo en tus redes,
¿qué puedo jugar, si no te busco amar?

En silencio te grito: ¡Cállate,
que ya es de noche!,
obra inédita del Señor,
por ese cariño que no cede,
que está grabado en mi corazón.

Amor felino

Cuando mi amor te entrego algo preciado desprecias, porque entre dormida siento que juegas con mi cabello o con uno de mis pies, comien...